Carmen Naranjo
Carmen Naranjo (1928 – 2012) fue una escritora y diplomática costarricense que incursionó en los géneros de poesía, ensayo, narrativa y teatro. Fue autora de numerosas obras que trataron sobre la alienación del individuo en sociedad y el rol de las mujeres, entre otros temas.
Decime si la prisa… (¿Decime si la prisa…)
¿Decime si la prisa es grito que mata pájaros con péndulos? ¿Decime si la angustia es agobio que acerca muertes con taladros? ¿Decime si elmiedo es oruga que envuelve músculos con tornillos? ¿Decime si el amor es amargo por el rato que retiene y la vida que se lleva? ¿Decime si podés decirme dónde crece la luz que sólo noche noche me amanece en el alma?
Desde donde nace la voz (I)
Desde donde nace la voz, la voz plena, sin ortografía ni sintaxis; la voz plena, sin los etcéteras de la impotencia; la voz plena, sin los énfasis angustiosos; la voz plena, desnuda de síes y noes; la voz plena, que sembramos sobre nuestras camas cuando somos un solo ser solitario y no cabría en el universo nuestra conciencia enorme de ser vivo y despierto. Desde esa voz y con esa voz quiero hablarte para siempre, simplemente hablarte. No puedo darle la novedad luminosa de los telones amanecientes. No puedo caer en los ríos para describir en piedra este taloneo de amargos afanes. No puedo quedarme en las cosas eternas porque tengo sangre, tengo pies, tengo adioses en el pelo y olvidos en los ojos. Hay dentro de mí un llamado de caminos. En cada paso que doy, voy dejando pañuelos mudos. A mi ausencia en tu ausencia, ¡qué inmenso himno de desconsuelo empiezo a recordar entre un ayer y un mañana (no vivido!; pretendo dejar algo de mi voz, esa voz plena que tú conoces cuando a orillas de la noche olvidamos la cadena de hormigas, las llaves que resbalan en los pavimentos, las hojas verdes que mueren a diario en las calles y en los archivos. Cuando frente a las estrellas juntos oponemos, desde distintas ramas, un desafío de ser brillante. Cuando sobre las camas, desfiguradas por el cansancio en nubes terrosas que peregrinan, todo lo vemos y lo sentimos con la agudeza de almas castradas, intoxicadas de una ternura sin puerta. Hermano, desde donde nace la voz plena, recíbeme con esta dádiva impotente. Y en la larga mudez de mi ausencia, recuerda el desvelo de mi lucha con la palabra.
Desde donde nace la voz (II)
Contra los párpados cerrados, ¡qué dulces sueños abren su retablo! Si pájaros fuéramos, si tuvieran alas nuestras tristezas y emigraran a la esperanza de una caricia! Si una vez apenas fuéramos un sueño: el sueño manso que anida el grito, el sueño tímido que el acomodo sacrifica.
En los espejos mirando a lo eterno hay siempre muertos muriendo una muerte exigente, muriendo de sed de volver. ¿Los has mirado? En los párpados hay siempre sueños, que despiertan sobresaltados como el desvelo de gatos aullando en las tejas una noche negra sin tope de ángeles, que siguen empolvados en los ojos abiertos, que pretenden miopía de entraña profunda para seguir mirando las máquinas sin sueño, que se abren con hambre y pereza y aprisionan en cuartos lejanos y oscuros la voz plena, cautiva en la sangre, que vuelve a dormir su apetito de acariciar la punta de los árboles y de ser papelote con hilos de fiebre tierna en un cielo que no pregone misterio y angustia.
Y llegaste a tu soledad, sudoroso de engaños
Y llegaste a tu soledad, sudoroso de engaños, para dialogar con tu conciencia, para hablar con Dios, para pensar y soñarnos con la imaginación iluminada por tu casa empozada en el mar. Hablaste a Dios con voz sincera, llena de sonoridad por el peso denso de las cosas reales. Le hablaste con palabras verticales. ¡Ah cómo te gustaron las palabras! Las unías en una red de equívocos, las alzabas contra los tonos cansados, las hilabas en mentiras de haciendas gitanas. Hay algo de mi sombra en tu sombra, hay algo de mi sueño en tu sueño, hay algo de mi frío en tu invierno.
Impertinente signo
Impertinente signo del olvido las llaves dónde están la cita era antes no después y ese nombre en la punta de la lengua. Impertinente te acordás claro que sí y yo con persianas de dónde y cuándo. Impertinente símbolo de mejor apuntar y apunto destino sin saber por dónde que inmenso es el olvido.
Me atreví a archivarte…
Me atreví a archivarte y te archivé en la t de testimonio. Época de tu época respondona en silencios mezquina en altitudes valle de quehaceres para develar tiempos en que mejor es no hacer nada.
Ya no sentís timbres…
Ya no sentís timbres escándalos de otras puertas timideces de toses tartamudeos de orgías. Ya no sentís nada. De silencios te has hecho para presentir ajetreos de porvenires duros. Y cuando te digo fiesta de momentos alegrías eternas te sumergís en páginas de mañanas para abrir tus ojos tan brillantes en este momento.
Y si pensar fuera suficiente…
Y si pensar fuera suficiente Pienso a veces lloro río Pienso a veces siento no siento Pienso a veces nazco muero Pienso nunca es suficiente Pienso apenas comienzo Pienso soy casi sexo Pienso me encanto Pienso me desaparezco porque si pensar supiera me doblaría ausente para desaparecer pensando que un día fui pensamiento de alguien que pensaba y al pensar tal vez sentía quizás insuficiente inicio de un canto que pensar es acto de movilizar ausencias.
En esta tierra redonda y plana (XL)
Me gusta estar con vos me está gustando es más creo que sin vos se angosta el espacio y falta aire en rincones íntimos
qué lata me estás gustando y ese gustar tiene aspecto de levantarse temprano con ojeras y lágrimas
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